29.5.10

Molly Ringwald

Este mes toca una actriz, una simpática teenager pelirroja de los ochenta que causó sensación a nivel planetario y nos proporcionó algunos cuantos títulos de consumo palomitero que no han envejecido tan mal como muchos pronosticaban.

Nos estamos refiriendo a Kathleen Molly Ringwald, que llegó a este mundo el 18 de febrero de 1968, Roseville, California, y afortunadamente para su legión de seguidores sigue habitándolo pasada la cuarentena y como diría cierta serie de TV de Mr. J. Cannel, aún sobrevive como actriz de fortuna en apariciones estelares en series como Medium o protagonizando musicales en Broadway.

Molly Ringwald comenzó pronto en el mundo de la farándula, hija menor del pianista de jazz ciego Bob Ringwald, con cinco años ya actuaba en obras teatrales como Alicia en el país de las maravillas o Annie, con seis años saca el álbum "I Wanna Be Loved By You, Molly Sings”, en el que participa la banda de su padre. Sin duda su versatilidad como bailarina y cantante le serviría para reciclarse en el musical en los últimos años.

Pero Molly Ringwald no es célebre y reconocida por sus actitudes para la danza o la música, sino por ser una de las actrices que más de moda estuvo en la década de los ochenta. Sus comienzos a finales de los setenta llegan en la serie Blanco y Negro en Latinoamérica y Arnold en España, y luego con un papel más relevante en el spin-off de ésta, The facts of the life, entre 1979 y 1980.

Su debut en el cine se produce en la película de Paul Mazursky, La tempestad, de 1982, donde interpreta a la hija de Gena Rowlands y John Cassavettes. Tras esta exitosa primera experiencia en la que es nominada para un Globo de Oro, realiza un olvidable papel en un telefilm protagonizado por Richard Benjamin y un pequeño film de ciencia ficción.

Su eclosión como verdadera estrella adolescente llega con el film de John Hughes, Dieciséis velas, de 1984, convirtiéndose en un verdadero icono cultural americano y con otros papeles trascendiendo en la imagen que se tiene de ella. Hughes no tarda en convencerse del potencial de la pelirroja, y tras un telefilm, la vuelve a dirigir en 1985 en El club de los cinco, y en 1986 con guión y producción de Hughes protagoniza La chica de rosa, año en el que es portada de Time.

Posteriormente su carrera sufre un bache alternando la participación en 1987 en The King Lear de Godard y un puñado de pelis a rebufo de las películas de John Hughes, notablemente más flojas que las de su mentor, con el que rompe su exitosa relación comercial al no llegar a un acuerdo para el papel de Lea Thompson en Una maravilla con clase.

Pertenece al núcleo original de los ocho miembros del "Brat Pack": “hatajo de mocosos, de los ochenta, junto con Judd Nelson, Anthony Michael Hall, Demi Moore, Rob Lowe, Ally Sheedy, Emilio Estévez y Andrew McCarthy". Sus películas de mediados de los ochenta, sobre todo en las que colabora a sus compañeros de generación, encarnan un modelo de vida irreal y una juventud hedonista y lúdica, comedias alejadas de la cruda realidad de la Norteamérica suburbial y paupérrima que construía el neoliberalismo feroz de Ronnie Reagan. Pero sí son un reflejo amable de la adolescencia y marcan cierta tendencia en algunos temas que el puritano Hollywood había soslayado durante décadas, aparte de ser comedias bien resueltas en la mayoría de las ocasiones.

Tras malas elecciones y no conseguir por varias razones los papeles protagonistas de Terciopelo Azul, Pretty Woman o Ghost, la carrera de Molly a principios de los noventa se estanca en papeles que perpetuán su imagen de eterna adolescente, decidiendo poner fin a ello yendo a trabajar a Francia, después de haber estudiado en el Liceo Francés de Los Ángeles, y casarse con un francés en 1999 para divorciarse tres años después.

Tras su aventura francesa compagina papeles en pequeñas o medianas producciones cinematográficas y series de Televisión a lo largo de la década de los noventa. Algo que sigue haciendo en la última década obteniendo, eso sí, mejores resultados a nivel artístico y ampliando su radio de acción hacia el teatro en Broadway y Londres, con su Sally Bowles de Cabaret, Cuando Harry encontró a Sally como Sally o Un Abril encantado, casándose de nuevo en 2007 con Panio Gianopoulos, editor y escritor. Ringwald publica un ensayo Confessions of a Toy Boy en una reciente antología, y el reciente Getting the pretty back y se convierte en madre de tres niños. Desde 2008, síntoma del repunte de su carrera, tiene un papel protagónico en la serie La vida secreta de una adolescente, que ya va por su tercera temporada.

Como curiosidades, apuntar que el grupo The Vaselines la tuvo como inspiración en su canción “Molly´s Lips”, que luego versionó Nirvana. La cadena televisiva VH1 la considero la nº 1 de su lista de las "100 mayores estrellas adolescentes". Sabe tocar el ukelele y además fue considerada para el papel de Vicki Vale en Batman (1989).

"No se pueden tener 16 años toda la vida", es una de sus frases más conocidas ejemplifica muy bien su capacidad para adaptarse a la realidad del mundo de Hollywood y como ha sabido reinventarse para seguir en el mundo del espectáculo.

1 comentario:

  1. un blog muy original, ha sido muy interesante pasar por aqui. un saludo :)

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