28.2.12

Dexter de "El laboratorio de Dexter"

Para muchos, el Dexter pelirrojo más famoso del mundo es Dexter Morgan, interpretado por Michael C. Hall, forense de la Miami Metro Police que, en sus ratos libres, es un “serial killer” justiciero. Pero hoy hablaremos de un Dexter menos psicótico o mejor, menos psicópata, pero también pelirrojo y que encuentra seguidores en las secciones para todos los públicos, a diferencia de su homónimo.

Nos referimos a Dexter, del Dexter´s Laboratory, toda una referencia de la animación de los noventa, que dejó de emitirse hace ocho años y que sin duda se ha convertido en un icono de la cultura popular que se identifica con el mundo geek o el mundo nerd, pero que cala en aquellos que disfrutan con las tramas de esta serie infantil con un marcado estilo de dibujo y ambientación del “american way of life” de los años 50.

Dexter´s Laboratory fue creada a mediados de los noventa por el animador ruso criado y afincado en EE.UU., Genndy Tartakovsky, también creador de las posteriores The Powerpuff girls. La serie del pequeño científico pelirrojo tuvo una continuidad de cuatro temporadas y ochenta capítulos que se emitieron en Cartoon Network entre 1996 y 2003.

Para los profanos, Dexter es un chaval peirrojo de tres años que lleva gafas de pasta, su gran inteligencia no le exime de ir al colegio, pero en realidad esconde a un superdotado científico que experimenta en su laboratorio secreto donde realiza multitud de experimentos y al que accede de diferentes maneras a lo largo de la serie. Dexter siempre está en conflicto con su hermana mayor, Dee-Dee, esta criatura primaria de doce años a la que le pirra el ballet por lo que siempre luce un tutu rosa y es escandalosa y torpe, y siempre suele fastidiar los inventos de su pequeño hermano.

El genio de Dexter no puede evitar las desastrosas incursiones que hace su rubia e insoportable hermana en su laboratorio, amante de unicornios y ponies (los ochenta pegaron fuerte con esta tendencia entre la infancia femenina de todo el planeta o al menos del mundo libre, Reagan dixit).

Dexter siente predilección por su computadora, con voz femenina, a veces la llama “my love”. Pero a pesar de su precocidad científica y su admiración por Albert Einstein, el pequeño pelirrojo destaca por ser fan de historias de superhéroes, lo que le acerca a niños de su edad, personajes todos ellos inspirados en la imaginería Marvel y DC Comics como Thor, Batman, Capitán América o Hulk.

Los padres de Dexter también aparecen en la trama, el padre quiere mucho a sus hijos, pero a veces chafa a su habilidosa esposa en las labores culinarias, es rubio y su carácter se asemeja al de la torpeadora Dee-Dee causando el oprobio del pequeño genio pelirrojo. La madre de Dexter es sin duda la progenitora que más se le asemeja en carácter, es muy inteligente y pelirroja, amén de ser gran cocinera es una maniática de la higiene, y al igual que su hijo pequeño usa guantes por este detalle de la limpieza.

Y luego en la serie sobresale Mandark, el antagonista de Dexter, que se quiere apoderar o destruir el laboratorio de su enemigo. Para remarcar esta oposición, además de estar enamorado de Dee-Dee, siente, igual que Dexter por su padre, gran vergüenza por sus padres hippies que le pusieron Susan al nacer. Tiene un look con pelo negro y gafas de pasta que lo asemeja con un científico loco inspirado en el Herbert West del film Re-animator, suele reírse maligna y escandalosamente alargando la caricaturesca onomatopeya “jaa-jaja, jaa-jaja-jaja”.

Antagonismo que también se da entre la mascota enjaulada de Dexter, el mono Monkey, que en algunos capítulos se enfrenta con Quark, el pato de Mandark.

Pero nada mejor que ver Dexter, para todas las edades, porque resulta una experiencia primaria muy sugestiva, aparte de ver en acción las aventuras de un pequeño genio pelirrojo.

17.2.12

¡A votar! Nueva encuesta


Ya podéis empezar a votar en la nueva encuesta, ¡sólo apta para pelirrojos!

¿Tenéis pecas? ¿sí? ¿muchas? ¿pocas? ¿ninguna? Sólo teneis que pinchar sobre la opción que más se acerque a vosotros en el panel que se encuentra a la izquierda del blog.

La encuesta estará activa hasta finales del 2012, cuando se publicarán los resultados.

8.2.12

Mito y realidad


Mito: Los pelirrojos no tienen alma

Realidad: Los pelirrojos ganan una peca por cada alma que roban

1.2.12

Susan Sarandon

Hablar de esta pelirroja son palabras mayores. La Hepburn, la O´Hara y alguna otra que se nos olvida tal vez sean junto a esta neoyorquina, las mujeres y actrices pelirrojas más destacadas de la era contemporánea, y así, por sus películas, por su inquebrantable compromiso con las causas justas, por la belleza y el talento que ha compartido con espectadores de varias generaciones, por sus elecciones, por su propia vida personal, como un ejemplo de normalidad, hoy toca hablar de una mujer que nació un 4 de octubre de 1946 en la ciudad de Nueva York.

En el primer personaje del mes del año 2012 se lo dedicamos a Susan Abigail Tomalin, para la posteridad y tras un matrimonio fallido, la productora, activista y actriz Susan Sarandon.

La pelirroja nació en el seno de una familia en la que sería la mayor de nueve hermanos, tal vez esa circunstancia dice mucho de cómo se ha conducido en la vida. Es hija del matrimonio formado por Philip Leslie Tomalin, productor de televisión y anuncios, y de la siciliana Leonora Marie. Sus raíces son de ascendencia italiana, inglesa, galesa e irlandesa.

Tras diplomarse en 1964 en la Edison High School de Nueva Jersey ingresa en la Universidad Católica de América en Washington D. C. Allí estudia arte dramático y se gradúa en 1968. Durante sus estudios en la universidad tiene tiempo para ser cheerleader, conocer al actor Chris Sarandon y casarse con él en 1967.

Debuta en el cine con un papel protagonista en el thriller Joe (1970), dirigida por John G. Avildsen. En estos primeros años de carrera actoral compagina teatro, cine y televisión, destaca su papel en La Mortadella, 1971, coproducción europea rodada en gran parte en Nueva York y dirigida por Mario Monicelli, en la que Sarandon comparte cartel con la diva italiana Sofia Loren.

Pero de estos primeros años destacan dos títulos, en primer lugar Primera plana, 1974, de Billy Wilder, en la que interpreta a Peggy Grant, la novia del periodista Hildy Johnson interpretado por Jack Lemmon, junto a ellos el inefable Walter Matthau; ante esta pareja de gigantes, la pelirroja se sitúa a su altura a pesar de la juventud. Un título de culto estrenado un año despues y con relativo éxito de taquilla la coloca en un buen lugar profesional y confirma las espectativas, demostrando sus dotes musicales e interpretativas, es en la comedia musical The Rocky Horror Picture Show (1975).

Ese mismo año estrena con Robert Redford el film de George Roy Hill, El carnaval de las águilas, cinta sobre aviación durante la I Guerra Mundial. Posteriormente en este lustro alterna papeles en films independientes, alguna breve aparición televisiva, dramas intimistas o con telón de fondo histórico, y algunas películas intrascendentes que tienen como mayor interés el verla actuar junto a Henry Fonda, Shirley MacLaine (futuro personaje del mes) o James Coburn.

Destaca de este período el hecho de que, tras casi doce años de matrimonio, se divorcia en 1979 de su marido Chris Sarandon, del que a efectos artísticos y profesionales, seguirá llevando su apellido y con el que irónicamente alcanzará mayor éxito. A nivel profesional destacan tres películas, King of the gypsies, 1978, y sobre todo las películas dirigidas por el francés Louis Malle, Pretty Baby, 1978 y Atlantic City, 1980, que además de hacerla trabajar con el gigante Burt Lancaster, le supone la primera nominación al Óscar como mejor actriz.

Entra en la década de los ochenta como una actriz sólida y de gran proyección, pero es una época en la que el cine norteamericano no la va a proporcionar los papeles para los que ya parece preparada; habrá que esperar para ver a Susan Sarandon en mejores guiones. Comparte, eso sí, cártel en films independientes como la adaptación moderna y shakesperiana Tempest, 1982, con John Cassavetes y Gena Rowland, en un papel en el que se apellida Tomalin, su apellido de soltera. En el film, dirigido por Paul Mazursky, conoce a Franco Amurri, ayudante del director y que será su pareja durante un lustro y el padre de su hija Eva, nacida en 1985, y también pelirroja.

Algún telefilm, alguna serie y coproducciones europeas para televisión son los trabajos de Susan Sarandon, a excepción del interesante drama vampírico de Tony Scott, The Hunger, 1983, con David Bowie y Catherine Deneuve, con la que Sarandon compartirá una de las escenas lésbicas más célebres del cine.

En 1987 protagoniza, junto a Cher, Jack Nicholson y Michelle Pfeiffer, Las brujas de Eastwick y en 1988, con Kevin Costner y Tim Robbins, Los Búfalos de Durham. En el rodaje conoce a su pareja, con la que comparte más dos décadas, el prometedor actor Tim Robbins, y es nominada para el Globo de Oro.

En los últimos años ochenta y principios de los noventa realiza papeles que la llevan a compartir planos con actores como Kevin Kline, Donald Sutherland o Marlon Brando, películas menores que le proporcionan mayor crédito y reputación, hasta que llegan sus mejores papeles: a las órdenes de Ridley Scott y compartiendo escena con Geena Davis, en Thelma y Louise, 1991, por su papel como Louise recibe nominaciones al Óscar, al Globo de Oro y al BAFTA a la mejor actriz. En el plano más personal, en 1989 nace su hijo Jack Henry Robbins.

Tras protagonizar uno de los filmes más celebrados y taquilleros de la década, en 1992 actúa en el debut de su pareja, Ciudadano Bob Roberts, y sobresale en dos dramas de diferente calado, estrenados el mismo año: la historia sobre camellos y segundas oportunidades Light Sleeper de Paul Schrader, y en el sobrecogedor drama en el que lucha por salvar a su hijo de una rara enfermedad degenerativa Lorenzo's Oil de George Miller, por la que vuelve a ser candidata al Óscar y al Globo de Oro. Este año 1992 es muy especial para ella, pues con cuarenta y seis años da a luz a su hijo pequeño, Miles Robbins.

En 1994 ganará el BAFTA a mejor actriz por el drama judicial El cliente, que también le proporciona una nueva nominación al Óscar y su primera candidatura al Premio del Sindicato de Actores a la mejor actriz. Ese año interpreta a la matriarca de la familia March en la undécima adaptación de Mujercitas.

El año del reconocimiento definitivo le llega a nuestra pelirroja en 1995, interpretando a la monje Helen Prejean; el alegato contra la pena de muerte que dirige su pareja Tim Robbins, le reporta su único Óscar, por ahora, como mejor actriz, por Dead Man Walking. En 1995 también recibió el Premio Donostia en el Festival de Cine de San Sebastián.

En 1998, el director Robert Benton le ofrece el papel de Catherine Ames en Twilight. Tras unos años en los que parece más dedicada a la familia, compartiendo cartel con Paul Newman y Gene Hackman, Sarandon da lo mejor de sí misma en este intenso triángulo amoroso. Ese mismo año estrena el drama, un tanto lacrimógeno, Stepmom, junto a Ed Harris y Julia Roberts, que además produce. En esa misma línea, relaciones madres e hijos, es Anywhere but here, 1999, junto a Natalie Portman. En esta época participa en películas familiares o como dobladora, como estrella invitada en series como Friends o Malcom (en ambas será nominada al Emmy en su categoría) y también en filmes dirigidos por personas cercanas y amigas como Stanley Tucci, John Turturro y su pareja, Tim Robbins, en la película de éste, Cradle With Rock.

Y la tónica sigue a lo largo de la primera década del siglo XXI, películas familiares, incursiones televisivas, etc. bajando el ritmo de trabajo de los noventa, para dedicarse a su propia familia y a otras actividades como su activismo social. No obstante se muestra en películas de mayor calado como el drama En el valle de Elah, 2007, de Paul Haggis, la fallida y sobrenatural The Lovely Bones, 2009, de Peter Jackson y Wall Street 2, 2010, de Oliver Stone. Y prepara varios proyectos liderados por Tom Tykwer y Robert Redford entre otros.

En lo personal, en verano de 2009, se produjo la ruptura de su relación con Tim Robbins después de más de veinte años de relación. Para esta radiante pelirroja, de actualidad recientemente por su apoyo al movimiento "Occupy Wall Street" y sus críticas a ciertos jerarcas eclesiásticos, nuestros mejores deseos para que siga tan combativa y regalándonos no sólo su sonrisa sino también los grandes trabajos a los que nos tiene acostumbrados, porque como dijo cierto crítico de cine: "si Susan Sarandon quiere que llores, lloras".