Katherine Hepburn

Este mes toca una mujer, para más señas una de las mejores actrices de cine y teatro de todos los tiempos y probablemente la mejor actriz pelirroja. Nos referimos a la gran Kate Hepburn.

Katherine Hepburn nació en el seno de una acomodada familia de Connecticut en mayo de 1907, sus padres, cirujano él y activista sufragista ella, le proporcionaron un hogar tolerante y liberal que imperó durante toda su vida en su forma de vida. Gran aficionada al deporte y autodefinida como "marimacho", el suicidio de su hermano la marca de por vida haciéndola más introspectiva y retraída, su retiro a una casa de verano hacen que madure notablemente y de muestras de su famoso y legendario carácter.
No es hasta que estudia Física en un "college" universitario que despierta su vena teatral interviniendo en diferentes funciones. Terminados sus estudios en 1928 decide dedicarse a la interpretación y se forma en Nueva York. A partir de 1932 su carrera teatral despega y protagoniza en cine su primera película, dirigida por George Cukor y junto a John Barrymore, Doble Sacrificio.

Por Gloria de un día, de 1933, donde interpreta a una actriz de provincias, consigue el primero de sus cuatro Oscars; a lo largo de su carrera recibirá 12 nominaciones, siempre como actriz protagonista. Un año después consigue el premio de mejor actriz en el Festival de Venecia por Mujercitas por su papel de Jo March, y dirigida por el que será su íntimo amigo George Cukor.

Sangre gitana, donde interpreta a una gitana irlandesa y La fiera de mi niña, funcionan bastante mal en taquilla; se refugia en el teatro con escaso éxito hasta que de nuevo, en Brodway, en 1940 estrena Historias de Filadelfia, que tiene una gran acogida y es adaptada luego al cine, gracias a su pareja de entonces, el magnate Howard Hughes, con Cary Grant y Jimmy Stewart acompañando a la Hepburn.

1942 marca la que será la relación más importante de su vida junto al gran Spencer Tracy, que se prolongará hasta la muerte del actor, con el hará nueve films, y el primero de ellos es La mujer del año, luego vendrían Sin amor de George Stevens o Mar de Hierba de Fran Capra, en 1949 La costilla de Adán es otro de sus hitos como pareja cinematográfica. En los cincuenta su carrera alumbra algunos de sus papeles más notables tanto en cine como en teatro, La reina de África con Bogart y dirigida por John Huston, Locuras de verano de David Lean... los escenarios de Brodway disfrutan de sus interpretaciones shakesperianas y de adaptaciones de George Bernard Saw, con el que su familia había mantenido décadas atrás correspondencia, lo que nos indica el ambiente cultural en el que se crió la actriz.

A finales de los cincuenta, Hepburn, desarrolla el rol de Violet Venable en la adaptación al cine de la obra de Tenesse Williams, De repente, el último verano. Especializada en roles dramáticos de gran enjundia, protagoniza adaptaciones como Larga jornada hacia la noche de Eugene O´Neill por el que ganara el premio de mejor actriz en Cannes. Entre 1962 y 1967 se dedica a cuidar a su pareja, Spencer Tracy, ya enfermo, que junto a Hepburn, protagonizan Adivina quien viene esta noche, por la que la actriz obtiene su segundo Oscar. A pesar de la pérdida Hepburn realiza en los quince años posteriores algunos de sus mejores trabajos para el cine, destacando su papel de Leonor de Aquitania, por el que obtiene su tercer Oscar, en el León en invierno, de 1968 y En el estanque dorado, de 1981, junto a Henry y Jane Fonda y que le proporciona su cuarto premio de la academia hollywoodiense.

Entre los sesenta y los setenta alterna teatro y cine, incluso realiza un musical sobre la vida de Coco Chanel, y también realiza algunas incursiones en la televisión. A mediados de los ochenta, a medida que su edad avanza, va apareciendo puntualmente en algunas películas menores y en producciones televisivas. Ya en los noventa se deja ver aún menos y sin hacer ruido como la gran dama de la escena que fue, abandona este mundo en junio de 2003, a la nada desdeñable edad de 96 años, en su Connecticut natal.

Hepburn destaca siempre por ser una mujer adelantada a su tiempo, como un ejemplo de libertad social y personal, jamás se dejo constreñir por las normas de una sociedad machista y puritana y casi siempre hizo lo que quiso, con un carácter de armas tomar, fue una actriz y una mujer superdotada y una pelirroja de bandera, por eso y nunca mejor dicho este tributo a su vida y a su obra.