29.6.09

Edna Saint Vincent Millay

He olvidado qué labios me han besado
" He olvidado qué labios me han besado,
dónde y por qué, en qué brazos he dormido
hasta el amanecer; pero en el ruido
de la lluvia esta noche han llamado,
mi corazón dulcemente ha sufrido
por los tiernos muchachos que yo olvido
y que ya no despiertan a mi lado. "

Es momento, el principio del verano, para hablar de un personaje adelantado a su tiempo, y que al estar muy ligado al mundo anglosajón, no tiene gran predicamento ni conocimiento en estas latitudes tan latinas. Poeta de gran calado y hondura existencial, Saint Vincent también destacó por su obra teatral como "Aria da Capo", 1919. Evidentemente es una mujer pelirroja, y ya era hora de incluir a un literato en esta sección, por ello nada mejor que descubrir a esta mujer. Poeta lírica, Millays empleaba el pseudónimo de Nancy Boyd para sus textos en prosa.

Edna St. Vincent Millay nació en Rockland, Maine, el 22 de febrero de 1892, hija de una enfermera y de un maestro de escuela, su segundo nombre es homónimo al del Hospital, donde poco antes de su alumbramiento, salvó la vida su tío. Siendo adolescente su madre se separa de su padre por la incapacidad de resolver la situación económica de la familia, Saint Vincent, como le gustaba que la llamaran, junto a su madre y a sus dos hermanas Norma y Kathleen, van de pueblo en pueblo en busca de una oportunidad para salir de su precaria situación, ayudados por la solidaridad familiar. A pesar de todo, Edna siempre guarda textos de Milton y Shakespeare. Finalmente la familia se establece en Camden, Maine, y allí Edna da sus primeros pasos en la literatura.

Gracias a su poesía Renacimiento, St. Vincent, consigue cierto reconocimiento en su ciudad y una rica mujer al escucharla declamar decide pagarle los estudios en el Vassar College, tras graduarse en 1917 se traslada a Nueva York. Son años en los que se imbuye en la vida cultural de Greenwich Village, también viajará a París, donde tendrá una relación romántica con la escultora Thelma Wood. En ambos sitios también serán prolijas sus relaciones amorosas con diversos hombres, como crítico literario, Edmund Wilson.

Su obra poética destaca por la hondura y profundidad de las emociones transmitidas y su dominio del verso tradicional, cosa que atestiguan obras suyas, como "Renacimiento y otros poemas", 1917; "Unas cuantas cosas sobre Los Cardos", 1920; "Segundo Abril", 1921 o "La balada de Arpa Weaver", 1922. En 1923 será la primera mujer en alzarse con el premio Pulitzer de Poesía, año en el que contrae matrimonio con el abogado y comerciante Eugen Jan Boissevain, con él que tuvo un matrimonio abierto, manteniendo relaciones con otras personas, como con el poeta George Dillon, a quién ayudo a hacer una traducción de Las flores del mal de Baudelaire. El matrimonio vivió en Austerlitz, cerca de Nueva York, en una caserón conocido como Steepletop, comprado dos años después de ganar el Pulitzer, que el estado de Nueva York adquirió en 2006 con vistas a preservar el bosque aledaño y convertirlo en museo.

Tras el reconocimiento crítico profundizará en una obra de tinte más social como manifiestan "Sonetos completos", 1941; la balada para ser radiada "El asesinato de Lidice", 1942; y "Poemas completos", 1943, año en el que recibe la Frost Medal por su contribución a la poesía americana.

En 1949 Boissevain muere a causa de un cáncer pulmonar y en octubre de 1950 Edna Millay aparece muerta en su casa sin que se conozcan las verdaderas causas de la misma, aunque no apuntan a que fueran naturales.

Destacó por ser una mujer liberada y arrastró la fama de mujer licenciosa, pero tanto su vida como su obra, sin ser el reflejo de un escándalo, ni para bien ni para mal, influyeron decisivamente en generaciones posteriores de escritoras, convirtiéndose en un gran icono femenino. Thomas Hardy dijo una vez que Estados Unidos tenía dos grandes atractivos: los rascacielos y la poesía de Edna St. Vincent Millay.

http://ebooks.adelaide.edu.au/m/millay/edna/

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