James Cagney

Esta es, sin duda, una vida peculiar, sin sobresaltos, pero llena de grandes ilusiones, las de un no tan pequeño (medía casi 1,70) gran actor. Y sí, a pesar de que es una de esas imágenes inmortales del Hollywood clásico en blanco y negro , al igual que Rita Hayworth o Kate Hepburn, era pelirrojo. Pero a diferencia de las muchas pelirrojas que pueblan el cine y el teatro del siglo XX y en épocas anteriores las tablas de cualquier escenario, la vida del pelirrojo que abordamos hoy es la de todo un ejemplo de actor, único en su época, irrepetible ícono cultural y uno de los mejores actores del siglo XX, nos estamos refiriendo a James Cagney, que además era un pelirrojo de ojos oscuros para esos fans de las estadísticas de la población pelirrojilla, muy superior a sus coetáneos, Edward G. Robinson, Bogart o Paul Muni.

Como es evidente, el grueso de su filmografía, al ser en blanco y negro, no impide apreciar y admirar el rojo color de su cabello, pero sus películas en color dejan bien claro que su pelo era como el ocaso. Vale la pena indagar en su prolífica filmografía, muchos se sorprenderán de las buenas películas que nos quedan para ver de este gigantesco actor. Tal vez mi devoción por su obra haga que mis palabras suenen a loas encendidas, pero si hay un actor que merece un homenaje en este blog, ese es Jimmy Cagney.

James Edward Cagney Jr. nació el 17 de Julio de 1899 en la ciudad de Nueva York en una familia con raíces irlandesas y noruegas. Su abuelo era de Noruega, pero como él dijo en una entrevista poco antes de su muerte en 1986: "El padre de mi madre, mi abuelo Nelson, fue un capitán de barco noruego, pero cuando traté de investigar mis raíces descubrí que al parecer había cambiado su nombre por otro por lo hacía imposible su identificación”. En 1918 la muerte de su padre hace que tenga que abandonar sus estudios de arte en la Universidad de Columbia y se dedica a variopintos oficios hasta que llega a interpretar diferentes papeles de vodevil en Broadway, especializándose en el género musical. A mediados de los treinta la Warner Bros se interesa por él y le contrata, iniciando Cagney una apabullante carrera en el cine.

Su primer papel significativo fue El enemigo público ( The Public Enemy, 1931) de William A. Wellman. Volvió a componer magistralmente papeles similares en dos películas dirigidas por Raoul Walsh: Los violentos años veinte (The Roaring Twenties, 1939) y, sobre todo, en Al rojo vivo (White Heat,1949) en la que pronuncia su mítica frase, "Mira mamá, estoy en la cima del mundo".

Alterna papeles en toda clase de películas, no fue sólo un tipo duro, realizó desde comedias hasta dramas, pasando por westerns e incluso adaptaciones de obras shakesperianas, roles de todo calado que le dan un recorrido versátil y le hacen trabajar con los mejores directores del Hollywood clásico, de John Ford a Billy Wilder. En los cuarenta prolongó el ser uno de los actores favoritos del público y continuó participando en grandes películas. Destaca la biografía idealizada de Yanqui Dandy, 1942, de Michael Curtiz, interpretación con la que ganó el Óscar al mejor actor. Este éxito le hizo romper con la Warner y fundar su propia productora, con la que no obtuvo ningún éxito por lo que tuvo que volver a la Warner.

En los cincuenta volvió a trabajar en algunas grandes películas como el "León de las calles", "Ámame o déjame", "Escala en Hawái" o "El hombre de las mil caras". Finalmente, acabó su carrera temporalmente en 1961, cuando protagonizara la comedia Uno, dos, tres (One, two, three) dirigida por Billy Wilder.

En 1981 Milos Forman le rescata de su retiro y realiza una memorable composición en Ragtime, último papel en cine junto a su gran amigo, con el que compartió nueve largometrajes, Pat O`Brien, que también concluye su carrera cinematográfica con esta película. Cagney hará luego un film para televisión sin demasiada trascendencia, donde de nuevo demostró su gran talento interpretativo. Fue su última película. Le sobrevivió su esposa Frances Vernon con la que se había casado en 1922, es decir tuvo un duradero matrimonio de sesenta y cuatro años.

A reseñar decir que, según su biografía autorizada, Cagney, aunque de origen irlandés y noruego, podía hablar yiddish, ya que había crecido la zona judía en Nueva York. Solía hablar en yiddish con artistas judíos como Sylvia Sidney. Sus hermanos fueron el escritor Edward Cagney, el actor y productor William Cagney y la actriz Jeanne Cagney. Su estilo de actuación fue una gran influencia en futuras generaciones de actores, Clint Eastwood y Malcolm McDowell lo han reconocido como su principal influencia para convertirse en actores.

He aqui varias curiosidades de este personaje del mes: Aunque la mayoría de los imitadores de Cagney utilizan la frase "¡Tú rata sucia!", Cagney en realidad nunca la dijo en ninguna de sus películas. Estuvo a punto de ser asesinado por la mafia cuando dirigía el sindicato de actores a mediados de los cuarenta. De tendencias izquierdistas en su época de esplendor, apoyando incluso la causa de la Republica Española, luego evolucionó simpatizando con las campañas de su amigo Ronald Reagan, que pronunció el panegírico en el funeral de Cagney en 1986. Inspiró la canción de Madonna, "White Heat", de su álbum, True Blue y junto a Rita Hayworth, se menciona su nombre en la canción de Tom Waits "Invitation To The Blues". Se rompió una costilla durante el rodaje de la escena de baile en el Yankee Doodle Dandy(1942), pero siguió bailando hasta acabar la escena. Fue galardonado con la Medalla Presidencial de la Libertad por Reagan en una ceremonia en la Casa Blanca el 26 de marzo de 1984. Por su ideología progresista se hacía el enfermo para seguir filmando a fin de garantizar un día extra de rodaje para que los extras y el equipo de la película, a los que consideraba muy mal pagados, consiguieran un día más de salario.

El pelirrojo Cagney fue como el título de una de sus películas, un gran tipo, por eso vale la pena recordar a alguien que hizo que este mundo fuera infinitamente menos aburrido, y esta merecidamente en la cima del mundo.

James Cagney murió de una ataque al corazón el 30 de marzo de 1986 en su granja del estado de Nueva York.