Este frío mes nos trae una mujer que probablemente no tenga más eco que ser portada de revistas masculinas, pero es una espía pelirroja o presunta, que llegó del frío, así es que nada mejor que hablar de la joven Anna Chapman.
Hace relativamente poco nadie conocía nada de esta mujer, a nadie le interesaba y mucho menos era la primera plana o la noticia relevante de un tabloide o un periódico serio, pero a mediados de este año conocimos su historia, o parte de su historia. Ahora nos disponemos a hacer una breve reseña de la que es una joven mujer de turbulento y enigmático pasado, a despejar o a crear más dudas sobre ella: la espía pelirroja.
Anna Vasil'yevna Kuschevnko o Anna Chapman nació en el sur de Rusia, más concretamente en la ciudad de Stalingrado, actual Volgogrado, el 23 de febrero de 1982; de su vida hasta el año 2000 poco sabemos, aparte de que su padre pudo ser un alto cargo del servicio de espionaje soviético, el temido KGB y que trabajó en la embajada rusa en Nairobi, Kenia. Además de este dato sobre su progenitor, Anna estudió en un elitista internado y se graduó en un Máster en Económicas en la Universidad de Rusia, en Moscú.
Entre 2000 y 2001, la joven rusa se instala en Londres y comienza a trabajar en diferentes empresas como el Barclays Bank o NetJets, sin que en ninguno de los empleos que tiene perdure demasiado. En 2001 conoce en una rave al que será su marido y el que le dará el apellido por el que se la conoce, Alex Chapman. Anna se casará en Moscú con Chapman. A los pocos meses de conocerse, ya en 2002, en la luna de miel en Zimbahue, Alex Chapman conoce a Vasily Kuschevnko, el padre de Anna, que sirve como diplomático en dicho país. Durante los años que duró su matrimonio, Anna trabaja en el mundo inmobiliario londinense.
Posteriormente, en el año 2006, ya con ciudadanía rusa y británica, regresa a Moscú, estando divorciada de Alex Chapman y dedicándose a su propia empresa, una agencia de inmuebles por Internet. Poco tiempo después se traslada a Estados Unidos, concretamente a Nueva York, donde se instala cerca de Wall Street y retoma actividades en el mundo inmobiliario de la Gran Manzana. Tras conseguir reflotar su empresa tras un bache, Anna se ve implicada en el hecho que cambiará su vida y hará que abandone su anonimato.
El 27 de junio de 2010, Anna Chapman, empresaria británica de origen ruso, es arrestada junto a otras 9 personas en la ciudad de Nueva York bajo la sospecha de trabajar en programas ilegales de espionaje para la Agencia de Inteligencia de espionaje exterior de la Federación Rusa, la SVR (Sluzhba Vneshney Razvedki). Chapman, como presunta espía, se declaró culpable de un cargo de conspiración para actuar como agente de un gobierno extranjero, y fue deportada a Rusia el 8 de julio de 2010 como parte del tratado de intercambio de prisioneros entre Estados Unidos y Rusia del 2010, el intercambio se produjo en el Aeropuerto Internacional de Viena.
El gobierno del Reino Unido, al conocer el presunto espionaje de Anna decidió revocar su ciudadanía inglesa, asunto abordado por el Ministerio del Interior británico con carácter de urgencia el 9 de julio de 2010, después de que el abogado estadounidense de Anna señalara que su cliente deseaba regresar a Gran Bretaña tras la deportación a Rusia, algo que no podría hacer con la anulación de su pasaporte. Además, las autoridades británicas consideran ponerla en la lista negra de personas a las que se niegan visas.
El supuesto espionaje hizo correr ríos de tinta en la prensa mundial, haciéndose eco de la belleza de nuestra protagonista y de su historia. La supuesta espía de 28 años presenta una biografía llena de brumas con un ex marido británico que cuenta una parte de su la trama y su padre, Vasily Kuschenko, un supuesto ex KGB, amen de rumores sobre los contactos con influyentes hombres de negocios y políticos estadounidenses.
Lo extraño es que ahora y a pesar de no poder volver, según sus deseos, al Reino Unido o EE.UU., Anna Chapman es una de las personas más famosas de su Rusia natal, recibiendo además ofertas por su historia y posando en unas cuantas portadas de revistas masculinas. Tal vez sus meses de fama se vayan agotando, pero lo que sabemos es que la espía más famosa de 2010 es pelirroja.
Hace relativamente poco nadie conocía nada de esta mujer, a nadie le interesaba y mucho menos era la primera plana o la noticia relevante de un tabloide o un periódico serio, pero a mediados de este año conocimos su historia, o parte de su historia. Ahora nos disponemos a hacer una breve reseña de la que es una joven mujer de turbulento y enigmático pasado, a despejar o a crear más dudas sobre ella: la espía pelirroja.
Anna Vasil'yevna Kuschevnko o Anna Chapman nació en el sur de Rusia, más concretamente en la ciudad de Stalingrado, actual Volgogrado, el 23 de febrero de 1982; de su vida hasta el año 2000 poco sabemos, aparte de que su padre pudo ser un alto cargo del servicio de espionaje soviético, el temido KGB y que trabajó en la embajada rusa en Nairobi, Kenia. Además de este dato sobre su progenitor, Anna estudió en un elitista internado y se graduó en un Máster en Económicas en la Universidad de Rusia, en Moscú.
Entre 2000 y 2001, la joven rusa se instala en Londres y comienza a trabajar en diferentes empresas como el Barclays Bank o NetJets, sin que en ninguno de los empleos que tiene perdure demasiado. En 2001 conoce en una rave al que será su marido y el que le dará el apellido por el que se la conoce, Alex Chapman. Anna se casará en Moscú con Chapman. A los pocos meses de conocerse, ya en 2002, en la luna de miel en Zimbahue, Alex Chapman conoce a Vasily Kuschevnko, el padre de Anna, que sirve como diplomático en dicho país. Durante los años que duró su matrimonio, Anna trabaja en el mundo inmobiliario londinense.
Posteriormente, en el año 2006, ya con ciudadanía rusa y británica, regresa a Moscú, estando divorciada de Alex Chapman y dedicándose a su propia empresa, una agencia de inmuebles por Internet. Poco tiempo después se traslada a Estados Unidos, concretamente a Nueva York, donde se instala cerca de Wall Street y retoma actividades en el mundo inmobiliario de la Gran Manzana. Tras conseguir reflotar su empresa tras un bache, Anna se ve implicada en el hecho que cambiará su vida y hará que abandone su anonimato.
El 27 de junio de 2010, Anna Chapman, empresaria británica de origen ruso, es arrestada junto a otras 9 personas en la ciudad de Nueva York bajo la sospecha de trabajar en programas ilegales de espionaje para la Agencia de Inteligencia de espionaje exterior de la Federación Rusa, la SVR (Sluzhba Vneshney Razvedki). Chapman, como presunta espía, se declaró culpable de un cargo de conspiración para actuar como agente de un gobierno extranjero, y fue deportada a Rusia el 8 de julio de 2010 como parte del tratado de intercambio de prisioneros entre Estados Unidos y Rusia del 2010, el intercambio se produjo en el Aeropuerto Internacional de Viena.
El gobierno del Reino Unido, al conocer el presunto espionaje de Anna decidió revocar su ciudadanía inglesa, asunto abordado por el Ministerio del Interior británico con carácter de urgencia el 9 de julio de 2010, después de que el abogado estadounidense de Anna señalara que su cliente deseaba regresar a Gran Bretaña tras la deportación a Rusia, algo que no podría hacer con la anulación de su pasaporte. Además, las autoridades británicas consideran ponerla en la lista negra de personas a las que se niegan visas.
El supuesto espionaje hizo correr ríos de tinta en la prensa mundial, haciéndose eco de la belleza de nuestra protagonista y de su historia. La supuesta espía de 28 años presenta una biografía llena de brumas con un ex marido británico que cuenta una parte de su la trama y su padre, Vasily Kuschenko, un supuesto ex KGB, amen de rumores sobre los contactos con influyentes hombres de negocios y políticos estadounidenses.
Lo extraño es que ahora y a pesar de no poder volver, según sus deseos, al Reino Unido o EE.UU., Anna Chapman es una de las personas más famosas de su Rusia natal, recibiendo además ofertas por su historia y posando en unas cuantas portadas de revistas masculinas. Tal vez sus meses de fama se vayan agotando, pero lo que sabemos es que la espía más famosa de 2010 es pelirroja.